El fin
de los medios de comunicación es reproducir una visión de la realidad,
manteniéndose en la obligación de producir una ciudadanía crítica e informada.
En
ambos casos, la definición de los mensajes se encuentra perfectamente
estructurada para plantear pocas dudas al sistema, fomentar su supervivencia a
través del consumo y relajar las mentes sobre el cómodo diván del
entretenimiento y el engaño dosificado
Sin
embargo, como está configurada la organización de la comunicación en nuestro
país se puede caer en la tentación de querer manipular los medios para crear el
clima de opinión que algunas mayorías pretenden imponer que llegue a los
ciudadanos.
Esto
es algo que se encuentra a la orden del día en nuestra nación, debido a la
privatización de los canales de televisión que anteponen sus preferencias
políticas e ideológicas, creando noticias a partir de ellas y llevando a su
terreno al ciudadano crédulo que no se molesta en contrastar dicha información.
Todos
sabemos que en España la prensa rosa es algo que interesa a los ciudadanos de
una manera desmedida. Los programas que se dedican a difundir la vida privada
de los famosos llegan a emitirse hasta cuatro horas todas las tardes durante todos
los días de la semana. Mujeres jóvenes y de edad avanzada e incluso niñas que
aun no han alcanzado el final de la E.SO. se dedican a infectarse con estos
programas de cotilleos y manipulaciones que las convierten en mujeres floreros
y marujas sin oficio ni beneficio..
Programas
de debates, en los que, debido a la época social y política que vivimos y a la
manipulación de la historia española en las ultimas decadas, se posicionan del
lado de la izquierda y del comunismo, y atacan los valores básicos del ser
humano, ennegreciéndolos y planteándolos como anticuados y no adaptados a
nuestro tiempo.
Han
conseguido que la sociedad deteste el amor a la bandera y el patriotismo que
por obligación todo español debe de procesar a su tierra. Se catalogan como extremistas
a ciudadanos que defienden los derechos de los españoles por encima de los
extranjeros cuando es imprescindible hacerlo para conservar una patria estable
y mono cultural, en la que las costumbres españolas no peligren en su
extinción.
Todas
estas manipulaciones no son las únicas protagonizadas por los medios de
comunicación, los conflictos bélicos, los culpables de la hambruna mundial, la
positividad de la multiculturalidad o la defensa en ocasiones de delincuentes,
terroristas y traidores de la nación, son algunos de los tejemanejes que los
canales de televisión controlan a sus anchas con la colaboración, a veces de
empresas y a veces del propio gobierno, que intenta distraer la atención del
ciudadano y centrarla en problemas sin importancia con el fin de que no se
fijen en lo que realmente perjudica a nuestra nación.
Aprendamos
a tener personalidad propia y a cultivar nuestro cerebro de información veraz y
contrastada y no hagamos caso de los que proporcionan información falsa a
cambio de un cheque lleno de ceros que se les entrega a final de mes.
POR
UNA INFORMACIÓN VERAZ Y DE CALIDAD, SIN DEMÁS INTERESES QUE LA INTENCIÓN DE
MANTENER AL CIUDADANO AL DÍA DE LAS DECISIONES QUE BENEFICIAN O ATACAN A SU
NACIÓN.
