La realidad de la ultra-izquierda

Ya desde antaño, sabíamos el poder de violencia y destrucción que procesan los grupos ultraizquierdistas y antifascistas. Últimamente hemos podido comprobar cómo se han dedicado a agredir a agentes de policía y antidisturbios así como a destrozar mobiliarios urbano.

Quizás estos seres irracionales y sucios con su pequeño cerebro no sean capaces de asimilar que la reparación de estos correrá a cargo de los impuestos de todos los españoles y también de los suyos.

Muchos de estos grupos radicales, es sabido por todos desde hace bastante tiempo que están detrás de la Plataforma Antidesahucios, ese movimiento social aparentemente espontáneo que ha cobrado notoriedad desde hace ya algún tiempo, que comenzó siendo como su nombre indica, una Plataforma creada para la reivindicación del derecho a la propiedad aunque esta no pueda ser pagada por los efectos de la devastadora crisis.

Bien, pues tras mezclar churras con merinas, de esta plataforma dirigida por Ada Colau han surgido conexiones con la izquierda más radical: hay desde notables cargos de Izquierda Unida hasta grupos pro etarras, pasando por organizaciones tan poco recomendables como Bukaneros, Contrapoder, Rash, Estrella Roja o la Coordinadora Antifascista.

Como siempre, la izquierda, que tanto se llena la boca de decir que los fascistas son unos violentos y atemorizan al mundo con su doctrina, han logrado superarse y poner en evidencia y ante los ojos de todos los españoles la violencia radical a la que están acostumbrados, no solo con el fin de atacan al gobierno, sino también a los ciudadanos de bien.

Ya en noviembre de 2013 conocimos la noticia de que un grupo de ultraizquierda irrumpía en la Universidad complutense hiriendo a cinco estudiantes, a los cuales agredieron con extintores y cascos de motos.

Estos animales antifascistas, procedían de juventudes Libertarias, que actuaron de esta manera tras haberles sido negada una manifestación de 150 personas.

Pero este ha sido uno de los altercados menos vandálicos que estos sucios revolucionarios ultraizquierdistas han protagonizado.

No olvidemos la explosión en la Basílica del Pilar, en la que no hubo ningún herido pero sí cuantiosos daños materiales y que evidentemente iba dirigido tanto a las instalaciones como al pueblo, el cual, no tiene la culpa de los males que afectan a la nación, sino que son simples víctimas de un gobierno corrupto.

Los ultimo actos protagonizados por estos guarros antifascistas esta vez identificados y relacionados con el grupo de ultraizquierda Resaca Castellana, han llegado al barrio de El Gamonal, Burgos, donde se han vivido intensos ataques tanto al mobiliario urbano como a los agentes antidisturbios, los cuales han sido agredidos en innumerables ocasiones durante estas revueltas sin el mas mínimo respeto a su condición de agentes de la autoridad.

El origen de los incidentes registrados es una protesta vecinal contra la conversión en bulevar de un tramo de la calle Vitoria, a su paso por el barrio de Gamonal.

Lo que estos insulsos y vándalos antifascistas no han llegado a procesar, es que se quejan de una inversión que su pueblo no quiere realizar y lo hacen mediante la destrucción y quema de mobiliario que luego ellos tendrán también que pagar. Pero, ¿acaso podemos esperar algo inteligente por su parte?.

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