Son muchas las ONG financiadas por el gobierno español, dedicadas a diferentes fines y operativas en diversos países y en nuestra nación. La financiación gubernamental es bastante generosa en todos los casos, que claramente beneficia de manera mastodóntica su funcionamiento.
Este dinero, procede de los impuestos de los españoles y de los presupuestos generales del estado. Pero los españoles no estamos informados de cuáles son esas ONG, a que fines están dedicadas ni cuanta es la aportación que se destina a su causa.
El grado de transparencia y responsabilidad financiera para las ONG financiadas a nivel
estatal, regional y municipal en España es a menudo altamente insuficiente. El proceso
por el cual el gobierno elige los proyectos y otorga subvenciones a las ONG que operan
tanto en territorio nacional como internacional es confuso; además, tampoco cuentan con suficientes mecanismos de control para determinar cómo las ONG utilizan los fondos de ayuda del gobierno. De hecho, sólo un pequeño grupo de ONG españolas que reciben dinero del gobierno publican informes anuales que permiten al público en general evaluar la forma en la que el dinero de los contribuyentes se está utilizando.
No es la primera vez que se ha encontrado que en muchos casos, los títulos oficiales de los proyectos financiados, son inexistentes o tergiversados de forma considerable en los sitios web de las ONG y en sus informes anuales, por lo que es casi imposible para el público trazar el destino preciso de los fondos españoles oficiales.
Miles de millones de euros son destinados anualmente a países latinoamericanos, africanos y asiáticos mediante la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agua y saneamiento, crecimiento económico, cultura y ciencia, desarrollo rural, seguridad alimentaria y nutrición, educación, genero, gobernabilidad democrática, medio ambiente y cambio climático y salud. Esta tiene como objetivo la lucha contra la pobreza entendida como la situación de carencia de oportunidades, capacidades y opciones para alcanzar, y la promoción del desarrollo humano sostenible.
Es curiosa esta última frase, y seguramente a más de un español le resulte familiar. Pero en nuestra nación no hay un presupuesto destinado para las carencias de los españoles.
A primera vista, podemos pensar que todos estos países que se encuentran en condiciones tercermundistas, necesitan de nuestra ayuda, reflexión paralela a la incuestionable buena relación que esta aportación económica nos hace establecer con estos países, que a su vez, no es visible la mayoría de las veces.
Pero, en este momento, son varias las preguntas que invaden cualquier sesera engrasada, ¿acaso nosotros no estamos pasando unos momentos de necesidad alarmante? ¿ Podemos permitirnos tal solidaridad que ni siquiera es justificada con informes de la utilización de fondos?
No solo existen ayudas para estas ONG internacionales, sino que también se proporcionan ayudas millonarias a organizaciones españolas que favorecen la integración de inmigrantes y su defensa, así como de diversas índoles que proporcionan ayuda a diversos colectivos.
Como hemos dicho antes, la mayoría de esta organizaciones no presentan un informe exhaustivo de la dedicación de los fondos públicos que se les adjudican. Evidentemente, quedaría demasiado hipócrita reflejar en ellas los gastos de las reuniones que se realizan en hoteles de 5 estrellas, aviones privados, viajes de "negocios" así como pequeños y grandes caprichos que pueden justificar como necesarios para el correcto funcionamiento de su causa.
Pero que mas lejos de la verdad. Gran parte del dinero destinado por el gobierno y por los ilusos cooperantes, tanto empresas como gente anónima, es utilizado para proseguir una pantomima de la que, en realidad, los que menos se benefician son los principales protagonistas de la causa.
Es curiosa la solidaridad desmedida de los españoles por ayudar a las causas ajenas, sin pedir explicaciones y sin analizar su propia situación antes de poner remedio a la de los demás.
Y también, considerar descarado y corrupto el comportamiento de estas organizaciones, que lejos de cumplir su intención de no lucrarse, se benefician del dinero de todos los españoles para fines que no son los principales.
Ya es hora de que dejen de destinar el dinero que podría aumentar la educación, la salud, las necesidades, y el plato de comida de nuestros hijos.
Ya es hora de que todos estos aprovechados, tanto el gobierno como las ONG pongan encima de la mesa las cuentas y justifiquen a que dedican tantos millones de euros que pertenecen al conjunto de españoles.
Nos paramos a pensar y nos preguntamos cómo es posible que España aun no se haya roto. Si entre traidores, corruptos, inmigrantes, sindicatos ladrones, independentistas, ONG sacacuartos y terroristas nuestra nación aun no ha llegado a su fin, es evidente que nunca se romperá. Gracias a Dios aun quedan camaradas horados que intentarán por todos los medios cerrar el grifo a esta cantidad de vendepatrias. Porque dentro de poco, a todos vosotros se os acabará la buena vida.
¡ Adelante por España! ¡ Ni un paso atrás!
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