SECCION MADRID SUR

lunes, 24 de febrero de 2014

33 años del 23F

Tal día como hoy, hace 33 años, el 23 de febrero de 1981, el país estaba absorto en lo que ocurría en España. Las radios y televisiones solo hablaban de un mismo tema, el golpe de Estado que estaba teniendo lugar en el congreso de los diputados por voluntad del entonces Teniente Coronel Antonio Tejero, el cual, acompañado de diversos mandos militares, pretendía hacerse con el timón de la nación, y así, formar un gobierno militar que consiguiese recuperar la dignidad que en tan poco tiempo, desde la muerte del Generalísimo, había perdido.

                                      http://youtu.be/hVHu3m-4keo
Durante la sesión de votación para la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, el congreso fue tomado por un grupo de guardias civiles voluntarios a las ordenes del Teniente Coronel.


Diversos factores fueron los que llevaron a estos altos cargos a revelarse. Sin duda, el comienzo de una democracia no deseada por muchos y los problemas que desde la implantación de esta estaban sumiendo al país, problemas derivados de la crisis económica, dificultades para articular una nueva organización territorial del Estado, las acciones terroristas protagonizadas por ETA y la resistencia de ciertos sectores del ejército a aceptar un sistema democrático, llevaron a estos héroes a intentar solucionarlos por el método mas directo, la rebelión.


Las primeras disconformidades en el ejercito se producían en 1977 con la dimisión del almirante Pita da Veiga, ministro de Marina. En noviembre de 1978 tuvo lugar la desarticulación de la Operación Galaxia, una intentona golpista por la que Antonio Tejero, fue condenado a siete meses de prisión.

Un cúmulo de dimisiones por parte de políticos disconformes con la situación que va tomando España, la dimisión de Suarez y la incertidumbre del pueblo hacen que estos mandos militares intenten solucionar y dar rumbo a la nación en busca de una mejora necesaria.

El golpe de Estado comienza a las 18:22 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo. En este preciso momento se inicia la operación "Duque de Ahumada".

Un grupo de guardias civiles, subfusil en mano, irrumpe en el hemiciclo, encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero.

Tras un brevísimo forcejeo con Gutiérrez Mellano, en aquel momento, militar con la más alta graduación allí presente, Tejero efectúa un disparo que fue seguido por unas ráfagas de los subfusiles de los guardias civiles.

Poco después y siguiendo el plan previsto, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, quien desplegó la División Acorazada "Maestrazgo", con 1.800 efectivos y 40 tanques a las calles, desde el puerto de Valencia hasta el centro de la ciudad, donde apuntaban a los edificios institucionales, como el Ayuntamiento o las Cortes valencianas.

Declaró el estado de excepción e intentó convencer a otros militares de secundar la acción. Aquella noche la ciudad estuvo rodeada de militares con blindados y otros camiones del ejército que habían salido de las bases de Bétera y Paterna. Una columna blindada se dirigió a la base aérea de Manises para convencer a su comandante de que se sumase al golpe, pero este no solo no lo hizo, sino que amenazó incluso con desplegar dos aeronaves con misiles contra los tanques, optando estos por regresar.


Otro de los implicados era el general Alfonso Armada, parte del plan golpista, quien pretendía, simulando negociar con los asaltantes, proponerse como solución de compromiso. Su secreto plan de golpe fracasa al negarse Tejero a que presidiera un gobierno del que también formarían parte socialistas y comunistas.

A medianoche, Armada se presentó en el Congreso con un doble objetivo: convencer al teniente coronel Tejero para que depusiera su actitud y asumir él mismo el papel de jefe del Gobierno a las órdenes del Rey, en actitud claramente anticonstitucional.


Pero Armada, no le propone una junta militar presidida por Milans, o un gobierno en el que Milans fuera ministro de defensa, sino una lista de políticos de todos los partidos, con Felipe González como vicepresidente para Asuntos Políticos, los socialistas Gregorio Peces-Barba (Justicia), Enrique Múgica (Sanidad) y Javier Solana (Transportes) y entre los representantes del Partido Comunista a Jordi Solé Tura en Trabajo y a Ramón Tamames en Economía, que formarían un gobierno de concentración presidido por él.

En este gobierno estarían también presentes: el aliancista Manuel Fraga (Defensa), los centristas Pío Cabanillas (Hacienda), José Luis Álvarez (Obras Públicas), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Educación), y Agustín Rodríguez Sahagún (Industria); el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat(Comercio), el director de la Agencia EFE, Luis María Ansón (Información), el abogado Antonio Garrigues Walker (Cultura), el banquero José María López de Letona (Vicepresidente para Asuntos Económicos), José María de Areilza (Asuntos Exteriores), y dos militares: el general José Antonio Sáenz de Santamaría (Autonomías) y el general Manuel Saavedra Palmeiro (Interior).


"Yo no he asaltado el Congreso para esto", le respondió airadamente Tejero. Tras una agria discusión, el teniente coronel despachó violentamente al general Armada sin dejar que se dirigiera a los diputados. Perdida toda opción sobre su "solución", Armada salió del palacio de las cortes refiriéndose a Tejero: "este hombre está completamente loco".

Más tarde, descubiertos sus planes, Armada sería relevado de su puesto de Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército por su implicación en la trama golpista.

A las 01: 14 horas de la madrugada del día 24 de febrero, el Rey intervino en televisión, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos para imponerse contra Tejero, defender la Constitución, llamar al orden a las Fuerzas Armadas en su calidad de Comandante en Jefe y desautorizar a Milans del Bosch.

A partir de ese momento el golpe se da por fracasado. Milans del Bosch, aislado, canceló sus planes a las cinco de la mañana y fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24. Sin embargo, ya durante la mañana del día 24 fueron liberados los diputados.

Esto, es lo que la historia refleja con referencia al 23 - F, pero son muchas las preguntas que quedan en el aire y diversas hipótesis que señalan al Rey como causante de tal trama para dar poder y fuerza a la democracia y a su reinado. Otros simplemente, ven el golpe de Estado como una acción poco trabajada que podía haber tenido grandes frutos con una mayor planificación y entrega leal de algunos militares que hoy, se consideran traidores.

Lo que está claro, es que hoy en día, todo aquello por lo que hace 33 años se luchó en aquel Congreso, es por lo que hoy muchos de los patriotas luchamos, por derrocar esa constitución nociva que nos hace retroceder en derechos y privilegios como pueblo español.


Una constitución donde se cambio nuestro mapa político, construyendo uno a la carta, creando unas llamadas autonomías, precursoras de unos separatismos que son las que ahora nos están anunciando sus ansias de independencia, sin que haya la menor reacción contra los que las abanderan.

Continúan apoderándose de nuestro dinero, de tal forma que nos han dejado más que en la ruina, endeudados hasta los ojos, mientras que ellos han amasado miles de millones; millones que han robado a las clases humildes y a la clase media, y ahora nos obligan a pagar sus latrocinios consentidos, ya que ninguno de estos ladrones ha devuelto ni un céntimo del dinero mal adquirido.


Lo único que nos queda, es pedir a Dios, que se encargue cuanto antes de los traidores, ladrones e indiferentes, o que en su defecto, nos dé el poder suficiente para poder juzgarles como se debería y así hacer honor a lo que de verdad nuestra nación se merece, justicia, que es lo que aquel día 23 de febrero de 1981 se buscaba. ¡Todo, por y para España!.

¡ADELANTE POR ESPAÑA!



¡

No hay comentarios:

Publicar un comentario